Para la antropología, la palabra proxémico sirve para designar las observaciones y teorías interrelacionadas del uso que los sujetos de una determinada cultura hacen de los espacios.[1] Todos tenemos un espacio personal, la proxemia estudia cómo nos relacionamos los seres humanos entre sí en el espacio que nos circunda. Hall,[2] estableció una caracterización en el manejo del espacio personal del ser humano, en cuatro niveles. Pareciera ser como si el ser humano se paseara dentro de una burbuja, o campo áureo, que siente cual es la distancia ideal entre él y los otros. Así lo propone Moriano,[3] al proponer distancias:

El espacio íntimo varía entre 15 a 46 cm.; es el más cercano y limitado a personas con las que se tengan algún vínculo íntimo con la pareja. Distancia de contacto: subdividida en espacio íntimo muy privado, íntimo privado, e íntimo reservado, las personas se comunican por tacto, olor y temperatura del cuerpo.

El espacio personal entre 46 cm. a 1.20 m.; Distancia íntima-personal reservada a seres queridos que se usa en relaciones cercanas, como entre familiares y amigos. En la distancia personal cercana o próxima, la esposa puede permanecer a gusto dentro de la burbuja de su marido, pero quizá se sienta incomoda si otra mujer lo intenta, de la misma manera una joven no intenta estar dentro de la burbuja del novio de su mejor amiga, incomodaría las cosas entre amigas y entre la amiga y el novio. Distancia personal social o lejana: limitada por la extensión del brazo, límite del dominio físico.

El espacio social entre 1.20 a 3.6 m.; es el que usamos para interactuar con las personas en nuestra vida cotidiana. Personas con las que interactuamos con frecuencia, pero no tienen una relación interpersonal con uno. Ejemplo: área de trabajo, escuela, consultorio, etc. Distancia social próxima: la gente que trabaja junta en una empresa, adoptará tal vez esta distancia para conversar. Distancia social pública o lejana: son conversaciones formales. Los escritorios de personas importantes suelen ser muy anchos para mantener una cierta distancia

El espacio público; es el que se suele utilizar en los lugares públicos, donde están presente personas desconocidas. Distancia pública: es la adecuada para pronunciar discursos o algunas formas muy rígidas y formales de conversación. Distancia pública lejana: prácticamente para perderse entre el ambiente. Imagine ahora cuál es la relación espacial de un personaje, talento o actor, etc., en correspondencia a su interlocutor pero a través de un medio masivo, en ocasiones más cercana a la física, delimitada por el marco natural del receptor televisivo, del monitor, la pantalla de cine o simplemente la imagen fija en la hoja de papel. Esto se refleja en la narración visual y audiovisual,[4] en el momento de realizar la selección de la realidad que será captada por la lente de la cámara para establecer el plano en el que el sujeto aparecerá a cuadro ante el público. Si yuxtaponemos los cuatro tipos de espacios proxémicos a la escala de planos visuales encontraremos una correspondencia en distancias y encuadres, así como una sub-clasificación en cada plano.

[1] Bajo este concepto encontramos un área de estudio que se ocupa de cómo la gente usa y responde a las relaciones espaciales en el establecimiento de grupos formales o informales. En 1963, el Dr. Edward T. Hall acuñó el término proxémica cuando investigó el espacio fijo y semi-fijo que usan las personas; el espacio que hay entre un individuo y otro dependiendo de las circunstancias y el entorno. En sus estudios, afirma que todos los seres vivos, incluyendo al ser humano, delimitan su territorio individual o espacio personal mediante señales o signos espaciales, visuales, orales, gestos, miradas, el contacto físico, etc., que constituye una extensión del organismo.

[2] Hall, Edward T. (1986) La dimensión oculta. Siglo XXI Editores, México.

[3] Moriano, Juan Antonio. (2001) La comunicación no verbal. http://www.terra.es/personal/moriano/psicologia/comunicación.htm.

[4] Con relación a la importancia de saber ver programas de televisión, cine y videos, cito el texto de Barbero que dice: "por más escandaloso que suene, las mayorías latinoamericanas están accediendo a la modernidad no de la mano del libro, no siguiendo el proyecto ilustrado, sino desde los formatos y los géneros de las industrias culturales de lo audiovisual" (Barbero, 1990).